La controversia surgió tras las declaraciones de Guajira, una de las participantes que expresó abiertamente su descontento con el resultado de la competencia, en particular con la derrota que sufrió ante Alejandra, la ganadora del desafío de boxeo.
La situación ha generado un torbellino de reacciones y respuestas, destacando la tensión entre las dos competidoras y el impacto que esto ha tenido en la percepción pública del programa.
Guajira, conocida por su actitud competitiva y su autoproclamada superioridad en el desafío, no ha dejado de expresar su frustración con la derrota que sufrió en la gran final.
A lo largo del programa, Guajira se mostró como una competidora formidable, destacando su habilidad y determinación.
Sin embargo, a pesar de sus expectativas y confianza en su propia capacidad, no logró alzarse con la victoria, y Alejandra se llevó el título de ganadora del desafío de boxeo.
Esta derrota ha sido un golpe duro para Guajira, quien no ha dudado en cuestionar la legitimidad de la victoria de Alejandra.
En recientes episodios, Guajira ha reiterado sus críticas hacia Alejandra, minimizando el mérito de su victoria y sugiriendo que fue el resultado de una estrategia que favoreció a las competidoras más débiles en la final.
La queja de Guajira, al parecer, radica en que Alejandra logró superar a competidoras que ella considera menos hábiles, y que su victoria fue en parte una cuestión de circunstancias favorables más que de habilidades puramente destacadas.
En su respuesta, Alejandra destacó que su triunfo en el desafío de boxeo no fue un golpe de suerte, sino el resultado de su arduo trabajo y dedicación a lo largo del programa.
Alejandra enfatizó que, a pesar de las críticas, su desempeño en el desafío fue impecable y que, al enfrentarse a sus oponentes, demostró su capacidad y resistencia.